A mediados de 2015
tuve el placer de colaborar con la poetisa valenciana Estel Julià en
un interesante proceso de creación conjunta, sinérgica, y a
distancia. Como resultado, ella dió a luz algunos textos literarios
inspirados en algunas de mis imágenes, mientras que yo concebía
algunas imágenes inspiradas en algunos de sus textos literarios. Nos
conocimos en persona 5 meses después, cuando en Noviembre de ese año
expusimos nuestro trabajo en Photomed, el club de fotografía del
Colegio de Médicos de Alicante. Más tarde, en Enero de 2016,
ofrecimos otra charla en la SEU (Sede Universitaria Ciudad de
Alicante) enmarcada en las actividades del Club Fotográfico de
Alicante (CFA).
Podéis saber más
sobre Estel en estos links.
More about Estel
here
In June 2015 I had
the pleasure of collaborating with the Valencian poet Estel Julià in
an interesting process of joint creation, synergy, and distance. As a
result, she gave birth to some literary texts inspired by some of my
images, while I conceived some images inspired by some of her
literary texts. We met in person 5 months later, when in November of
that year we presented our work at Photomed, the photography club of
the Medical Association of Alicante. Later, in January 2016, we
offered another talk at the SEU (University Headquarters City of
Alicante) framed in the activities of the Photographic Club of
Alicante (CFA).
A continuación
podéis ver los principales resultados de nuestra colaboración
… los
pasos juegan
a
inventarse huellas
y
de pronto emigran
R.
Pochtar
¿Qué
conjuro curioso
se
produjo aquel atardecer roto?
Clinamen
del último pasajero
en
tránsito, sobre líneas.
¿Qué
motivo inusual
desvió
su trayectoria
hacia
una ciudad de riscos húmedos,
miradores
epicúreos,
amigos
conocidos?
Causa
y consecuencia en el tiempo
que
encuentra respuestas en las palabras
que
avanzan por senderos definidos.
Año
nuevo,
albedrío
casual
de
los pasos reencontrados.
La
tierra se ha excedido
La
tierra se ha excedido en este paraje, pero, ¿hay alguien ahí?
¿Quiénes son esos hombres perdidos en la inmensidad de la
superficie? No parecen alcanzar las cimas de los árboles, las mismas
que abandonaron hace algunos años los pájaros de este lugar. La luz
ha hecho surcos en el asfalto y una pesada bruma lo ha cubierto todo.
¿Hay alguien ahí? Frente a la ausencia de huellas humanas parece
que solo se escucha un canto en la lejanía. Es el canto del ave del
paraíso, ha venido a regalarnos la belleza de sus plumas, algunas
son azul cobalto.
Imagen: Otro lugar
Imagen: Otro lugar
Los
ojos miran...
Los
ojos miran el estrecho túnel que conduce al interior del refugio. En
la puerta espera una mujer de ojos transparentes, en el fondo de sus
pupilas, un destello, puede ser la incertidumbre de aquello que no se
atreve a pronunciar. Aunque lo desea, no articula palabra, no hay
sonrisa en su rostro, tampoco se escucha su respiración. Cierra los
ojos y se deja llevar en medio de la oscuridad hacia un universo
desconocido. Él, la acompañará en el viaje. El suelo está húmedo,
las paredes tienen un moho sombrío síntoma del paso del tiempo, y
de la escoria que se ha filtrado procedente de las cloacas contiguas.
No quiere manchar su vestido blanco por eso se sitúa en el centro,
como si el resto del pasadizo le fuera ajeno. Suenan las alarmas y
empieza a correr en busca de la luz, pero hay algo que la detiene, en
medio de esta nada, delante de sí, otra galería que parece ser más
estrecha y profunda. La elección inexorable entre dos alternativas,
comienza a sudar, su corazón palpita cada vez más fuerte, pero
permanece inmóvil. Recuerda que aquel día, las bombas destrozaron
el techo, y por las grietas se entreveía un cielo cubierto de nubes
que derramaban sus lágrimas sobre el suelo del patio del colegio.
Malgastarse en cualquier lugar
Malgastarse
en cualquier lugar
esperando
un tren.
Llenar
la maleta para la huida
reservar
un billete
y
no regresar.
Un
hombre...
Un
hombre tras el papel se esconde
cuenta
las letras
de
los nombres de sus amantes
No
hay andén en este lugar
no
hay maletas que llevar
sólo
mujeres con cabellos de hiedra.
buscan
con sus ojos
una
luz en la estación
Poética imposible
Se
abren las letras en el papel
como
se abre un camino
que
se anda con zapatos imposibles
y
conduce al poder de las palabras.
Dejar
la puerta abierta, entrar,
o
quedarse al otro lado.
entre
mis dedos y tus oídos.
Andar
por el cable de acero
o
salir corriendo descalzos
porque
las palabras queman,
los
sonidos queman,
queman
las imágenes.
(De
Zapatos imposibles
Volver
con las manos muy prietas
Volver
con las manos muy prietas,
y
los recuerdos en la mirada.
Volver
mientras la arquitectura
se
apodera de la bóveda celeste,
y
las palabras parecen caer
lentamente
en un pozo.
Brocal
invisible de los días,
es
la espera en silencio de las horas
del
paciente en la consulta.
Una
mujer vestida de blanco
pronuncia
unas palabras:
“que
pase el siguiente…”