GALERÍAS
El
Hombre de hoy huye hacia delante, cada vez a más velocidad. Huye de sí
mismo, de su naturaleza limitada y mortal, y al hacerlo, se
deshumaniza. Se autoproclama “el Centro del Universo” y se
confiere el derecho a humanizarlo todo, a hacerlo todo suyo. Surge
así lo monstruoso. Incapaces de respetar y de respetarnos,
orgullosos de nuestra ignorancia, ajenos a nuestra pequeñez, hacemos
de nuestros delirios Verdades Universales. Corrompemos el concepto de
Dios, y Le transformamos en un bien, en una mercancía, en una
palanca de poder... Nos embarcamos en Sacras Cruzadas que no hacen
sino ampliar las fronteras del Infierno. Patéticos caballeros del
absurdo es lo que somos. La Naturaleza (a la que nunca hemos dejado
de pertenecer) se rebela. Su respuesta inmunitaria comienza, y
nosotros somos la enfermedad. Pero
no nos demos por vencidos, reinventemos nuestro mundo... A fin de
cuentas, el Arte, esa bengala en la oscuridad, está de nuestra
parte.